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PIERO

LLEGARON PARA QUEDARSE / 23

LLEGARON PARA QUEDARSE / 23

 

¿No hay siempre, en todas las veladas de sociedad, un tipo que se convierte en el centro de atención cuando cuenta que estuvo en España y habla de las corridas de toros? Por supuesto lleva siempre el más impoluto de los fracs.

 

Microgramas I. Robert Walser.

VICTORIA SIN INCIENSO

VICTORIA SIN INCIENSO

 San Sebastián hace más de un siglo, regada por la desembocadura del Urumea.

 

ZARAGOZA, 2-REAL SOCIEDAD, 1.

 

La Romareda, Zaragoza. 3 de enero del 2011.

 

 

 

  Queridos Reyes Magos: Nos hemos portado bien. Por eso os pedimos: Que no bajemos a segunda. Que el escudo vuelva a ser el de antes. Un delantero que marque 18 goles, perdón, un millón de goles. Y carbón para los que mandan.

 

   Así apareció el Colectivo 1932 al saltar los jugadores al campo. Una enorme pancarta en forma de petición epistolar con los colores del Zaragoza. Algo que visto lo que sucedió, algo o alguien ha leído bien. Porque si para no bajar hace falta ganar, el Zaragoza cumplió con la épica. Y con la técnica. Hasta seis ocasiones tuvieron los locales en la primera parte. Lo nunca visto. Solo embocaron un buen control y disparo de Sinama ante el regalo de un par de metros de Mikel. Pero el resto de ocasiones llegaron de combinaciones en velocidad, de jugadores entendiéndose, ¡viva la navidad!, y con la sensación de que vuelve a haber algo de equipo, aunque como el escudo no sea el de antes.

 

  ¿Y la Real? Pues se la esperaba, pero no la encontró mas que el árbitro. Teixeira Vitienes,  con un pase involuntario -no tiene reconocida voluntad en muchas de sus apreciaciones- dejó el balón en bandeja para que Xabi Prieto cruzara con oficio al palo largo de Leo Franco con el esférico de la igualada.

 

   De nuevo más de uno empezó a pedir carbón a discreción, sobre todo cuando pasada la hora de juego la Real Sociedad, con la entrada de Tamudo, mostraba algo de su potencial. Y ahí, ni la mirra ni el incienso, nublaron a Aguirre para que no luchara por el oro donde no parecía que no lo había. Quitó a dos medios natos; entró Lafita, banda pura, y Marco Pérez en la punta. Perdió la media, perdió el control del balón y del partido, a cambio de jugar a la sinrazón del voleibol. Y cuando se apela a la suerte, a veces sale cara, o los de Oriente están generosos con el débil, o Aguirre echa más leña al Belén con la entrada de Braulio, y la providencia que dicte sentencia.

 

   Tres delanteros puros, los únicos tres que tiene, sin olfato definido, pero con el tiempo pisándoles los talones. Se encontró un balón limpio Marco Pérez, lo despejó Bravo, pero el rechace le cayó a Braulio, que en su primer balón en el área, la embocó en la red visitante con casi más incredulidad que alivio. Debió ser épico porque todos los jugadores blanquillos se fueron a la esquina a celebrarlo por los suelos, como la otra única victoria en casa, contra el Mallorca, también in extremis, también con la épica por bandera.

 

  Porque acabar con toda la pólvora hasta ayer mojada, en el campo, es cosa de bemoles. Como los tuvo al fin Sinama, en el gol inicial, y en la actitud durante todo el partido. Como los tuvo Marco Pérez en lo poco que pudo intervenir. Como los tuvo Braulio, que además debía saber que para llevarse el oro había que camelarse a esa suerte real pero mágica que es la fortuna. Los de Oriente cumplieron con los locales, aunque todavía no tienen a un delantero goleador, ya tienen a tres proyectos. Los de la Real Sociedad acusaron el frío climatológico hasta contagiarlo a su afición que viajó sin saber por dónde venían los reyes de Oriente.

 

 

 

A MENOS DE UN MILLÓN DE MILLARDOS/17

A MENOS DE UN MILLÓN DE MILLARDOS/17

 

 Si alguien se encuentra a menos de un millón de millardos de segundos luz de Madrid, puede acercarse a su centenaria Gran Vía. En el edificio Telefónica, su fundación muestra el trabajo del fotógrafo Brangulí. Estampas de los primeros cuarenta años del siglo xx en Barcelona, buena parte inéditas, 305 fotos agrupadas en series por temáticas que estarán a la vista hasta el 30 de enero del 2011.

 

http://www.fundacion.telefonica.com/es/arteytecnologia/exposiciones/branguli.htm

LLEGARON PARA QUEDARSE / 22

LLEGARON PARA QUEDARSE / 22

 

 

"Amar es dar lo que uno no tiene, para lo cual hace falta otro dispuesto para recibir lo que no hay". 

Lacan.

 

UN SUBMARINO AMARILLO AL RALENTÍ

UN SUBMARINO AMARILLO AL RALENTÍ

 Plano de Villarreal en el siglo xvi.

 

ZARAGOZA, 0-VILLAREAL, 3

 

La Romareda, Zaragoza. 27 de noviembre de 2010.

 

 

 

 

  En la foto que antecede a este texto está el plano de Villarreal tal y como era en el siglo xvi. Un rectángulo de calles paralelas y perpendiculares tan sencillo como... su equipo al acabar la primera década del xxi. Se puede mirar a la historia para definir lo que ocurrió en La Romareda. Se puede mirar a la tabla clasificatoria y ver que si se enfrentan el primero —no miren a los dos grandes, son seres superiores para el orbe mediático— y el colista, es difícil perder apuestas. Se puede mirar el marcador al acabar el partido y pensar que el 0-3 es... clemente con el Zaragoza.

 

   Porque eso fue el Villarreal, un equipo al ralentí que con dos pinceladas dejó en setenta y dos minutos —todo un registro limpito—  de partido, lo que los amigos de los calificativos llaman de la basura. Y eso que el arranque del partido parecía otra cosa. Primer partido en casa del macho Aguirre en el banquillo, casi diez minutos de posesión y criterio de los blanquillos hasta que el sereno Marcos Senna lanzó un zapatazo con tanta intención que Del Bosque desde el palco presidencial debió recordar que para la selección nunca faltará fondo de armario.

 

  Porque a Senna le acompañó en el empeño el también internacional Santi Cazorla, que nueve minutos después con un centro chut sorprendió a Leo Franco, que una vez más hizo la estatua. Y a partir de entonces, todo siguió en esa línea, el Zaragoza estático y noqueado se encontró con un Villarreal a gusto, controlador del esférico, de la posición, del partido, del alma del teórico rival. Porque antes de acabar la primera parte Sinama Pongolle que no había participado casi en el juego se tuvo que ir por problemas musculares, cambió de hombres Aguirre con la inclusión de tres hombres con vistas al gol, pero no vieron nada ni Braulio, ni Marco Pérez, ni Ander llegando desde atrás. Para rematar la faena de desatinos de los locales, el manirroto Contini hizo otra de las suyas, dejó en inferioridad a sus compañeros y se fue al vestuario por doble amonestación del colegiado; por múltiple del resto, no es el primer desequilibrio del italiano en lo que va de temporada, que vio como Nilmar ponía la guinda con el tercer gol visitante.

 

   Tan fácil y tranquilo se cerraba el partido que solo hubo un minuto de descuento, a lo mejor por no añadir más minutos basura a la fétida situación de los blanquillos, que si tuvieron a un competente rival no significa que deban dejar de cumplir con lo que se les considera. Jugar en primera significa que te ven muchas cabezas, la de Del Bosque en La Romareda tardará en volverse a asomar.

 

 

LLEGARON PARA QUEDARSE / 21

LLEGARON PARA QUEDARSE / 21

 

 

 "Literatura es algo que ha de ser leído al menos dos veces".

 Cyril Connolly.

Y EL CÁNTARO FUE A LA FUENTE

Y EL CÁNTARO FUE A LA FUENTE

El Arenal, Palma de Mallorca. 1960. 44 años después de la fundación del RCD Mallorca.

 

ZARAGOZA, 3 -MALLORCA,  2.

7 de noviembre de 2010. La Romareda, Zaragoza.

  

 

 

  Llegaba al encuentro el Zaragoza con asfixia crónica. Llegaba a la décima jornada y todavía no había cantado la novena de la victoria. Con la congoja entraban al campo los de Gay, que tenía por única cosa clara el esquema que le ha sacado del descontrol. Cinco hombres atrás, tres en la media, un media punta, Lafita encontró su sitio, y un punta, Braulio, al que a su esterilidad anotadora se le ha sumado su impotencia anímica. Con estos mimbres tan secos, poco podía acreditar el Zaragoza ante un Mallorca fresco como Laudrup.

 

  Números previos que hacían presagiar... cualquier cosa menos que en la primera parte una mano de Webó, invisible para el trío arbitral, tres eran tres los invidentes de la anochecida, daría el único gol en cuarenta y cinco minutos. Hasta entonces infinitas enredaderas de pases zaragocistas por no molestar a Aouate, y rápidos controles por parte de la zona atacante mallorquinista que se aferraba a la impotencia zaragocista para sacar provecho.

 

  

 Con esa presunción se fue el Mallorca al descanso, con esa suficiencia volvió en la segunda parte, suficiencia que pagó cara en la propina del partido. Porque si algo no falla en el Zaragoza es la capacidad de correr de algunos bajos de estatura pero de enorme capacidad pulmonar. Otra vez la omnipresencia de Gabi, que está donde tiene que estar, donde se le necesita y siempre en el radio de acción del balón. Por él pasa el brazalete, los pases decisivos, los disparos picantes y sobre todo el aplomo para dar lo ya inesperado, la primera victoria de la temporada, en el descuento, de penalti y todo como quien dispara en un partido benéfico.

 

  Lo pensó en buena parte del partido el Mallorca que había visto empatar al Zaragoza sin ponerse nervioso, porque cinco minutos después un sereno trallazo de Pereira le volvía a dar el cartel de caballo ganador. Sí, gracias al trotón del centrocampista francés, que en verano no tenía ni para pagar el alquiler, y que se erigía en el hombre con más talento pero sobre todo con más determinación del partido.

 

   Pero olvidó el Mallorca que la determinación cuando se va último mueve montañas y gracias al refresco de la entrada de Bertolo, con gol incluido, y la impenitente voluntad de tallos como Jarosik y el oficio de Gabi dieron la vuelta al marcador y regalaron a su afición la primera alegría de la campaña. Tres puntos de golpe, alivio para la grada y explosión de sentimientos en el césped. Tras la transformación del penalti por Gabi vino el pitido final del desentonado Paradas Romero y entonces cayó todo lo largo corto que es Ander Herrera en el césped para llorar lo que quiso y más, todo lo que necesitó, que el Zaragoza a las siete de la tarde del día siete de noviembre ya tenía siete puntos. Agonías de tener a la cabalística como mejor aliado.

 

 

NEUMÁTICO VIEJO

NEUMÁTICO VIEJO

 

 

 

  Por mi cumpleaños, mi mamá lleva un neumático viejo, siempre fue así de considerada. Como cada aniversario nunca recuerdo cuando nací, mi madre, dicen que más mayor, tiene la memoria algo más deshilachada. Lo único de lo que sostiene certeza es de que cuando nací ella no estaba en casa. Dice que había quedado con un tal Gila, que tenía un negocio de recauchutados. Al fondo del impoluto desván colgaba de un tallo de corchopán un calendario de hojas caducifolias que siempre tenían el mismo número de hojas. Treinta y dos, como los años que nunca recuerdo que llevo rodando.

LLEGARON PARA QUEDARSE / 20

LLEGARON PARA QUEDARSE / 20

 

 

"La única pregunta que importa acerca de un libro es a qué profundidad en el alma de quien escribe se ha originado".

 

Ulysses, James Joyce.

 

CORRECALLES Y DESPROPÓSITOS S.A.

CORRECALLES Y DESPROPÓSITOS S.A.

Arenal de san Lorenzo, Gijón a principios del siglo xx.

 

 

 

ZARAGOZA, 2-SPORTING, 2

 

 

 

 

La Romareda, Zaragoza. 02.10.10

 

 

   Curiosa manera de abrir la jornada. Los dos equipos con agobios en la tabla a las primeras de cambio dieron un frenesí de síncopes a sus aficiones. El partido empezó con el empeño de los blanquillos por demostrar que saben jugar con criterio, la manosearon, la dejaron junto al área sportinguista y, bueno otra vez será, reculaban con el miedo en las cervicales. Ante la empanada mental que iban amasando los de Gay, el Sporting agradeció que Obradovic abriera el marcador en propia puerta. Golpe de suerte, que lo fue de efecto para enloquecer el encuentro.

 

  Porque a partir de entonces, con otro error infantil, el que costó la expulsión de Jarosik, puso el 0-2 inesperado a los de Preciado. Sin demasiado esfuerzo los asturianos creían tener resuelto tras el penalti transformado por Diego Castro. Pero he aquí que las locuras no atienden a lógicas, por ello por primera vez en mucho tiempo el Zaragoza movió banquillo temprano e incluyó a Braulio, otro delantero, para contrarrestar la falta de un central. Riesgo total, o por fin carácter, el caso es que el hasta entonces estéril Sinama Pongolle se redimió. Un zapatazo a la escuadra y una contra resuelta con lucidez y tranquilidad pusieron las tablas a media hora del final.

 

  Y ahí empezó el bacalao, el correcalles en el que Gabi se multiplicó, Ponzio acudió donde fuera y el recién entrado delantero sportinguista Bilic perdonó lo imperdonable, para bien de Doblas, resuello de los blanquillos y esperanza de que aún hay algo al margen de los despropósitos para ganar partidos.

 

  No estaba nadie fino para decantar la trama, pero como buenos actores buscaron su monólogo, rompieron el centro del campo y cada ataque era una posibilidad de remate. Poco falto para que acabaran así de locos los dos equipos, mientras Mate Bilic pensará durante el viaje de regreso a Gijón en que cajón dejó el olfato de gol.

 

  Al Zaragoza el abrir la jornada le dio responsabilidad para llevar el partido, mala suerte para regalar los dos goles, y un ataque de locura rápida para hacer pensar que un día ganará un partido. Será después del Pilar, a lo mejor habrán ido a ver a la Virgen, de momento siguen fiando todo a la locura. Para la cordura siempre hay tiempo, incluso hasta para hacer equipo, ese que ayer amagó el Sporting y evitó que se llevará la victoria de Zaragoza. De tan cuerdos que fueron parecieron los perfectos muermos.

 

 

LLEGARON PARA QUEDARSE / 19

LLEGARON PARA QUEDARSE / 19

 

 

Pues en eso consiste precisamente el arte: en convertir la necesidad en una ventaja. ¡Transformación, cuántas posibilidades albergas!

 

Microgramas I, Robert Walser.

 

 

MIÉRCOLES DE TRANSICIÓN

MIÉRCOLES DE TRANSICIÓN

Muelle de Poniente del puerto de Alicante. 1918, un año antes del primer partido oficial del Hércules.

 

 

 

ZARAGOZA, 0-HÉRCULES, 0

 

 

 

La Romareda, Zaragoza. 22.09.10

 

 

   Los niños ya van más de una hora a la guardería, incluso se quedan a comer. Los jóvenes ya se van a comer después de haberse celebrado las aperturas de curso en las universidades. ¿Y los futbolistas? Los futbolistas, a veces parecen seres que merecen ser tratados como adultos, aunque tengan físico de joven y ego de niños. Tras el inicio tan desasosegante que traía el Zaragoza, ninguno osó no poner empeño ante el Hércules. Con la colleja todavía reciente, los de Gay no se atrevieron a abandonarse en ningún momento del partido. Puede que parezca poco, pero para el resignado ya es algo.

 

  Algo imponía el Hércules, su machada en el último desplazamiento en el Camp Nou, le daba un margen de respeto amplio. No estuvo el paraguayo Valdez, pero el toque de los que fueran merengues, Tote y Drenthe, hicieron creer a más de uno que el otrora campeón del mundo, Trezeguet, rascaría algo. No le faltó mucho, lo que pasó es que enfrente estaba el que llevaba el cuello más enrojecido. Leo Franco, tras varias actuaciones desafortunadas, demostró grandes reflejos y pocas dudas. Puede que tenga que ver que no se viera exigido por el juego aéreo, pocos saques de esquina tuvo para dudar, pero algo de auto estima recuperó.

 

  Y así, tacita a tacita, el optimista pensó que habría goles, el pesimista creyó que no hay materia para salir a pasear por la Liga, y el gallego pensará que Alicante tiene mar pero no es tan bravo como el suyo. Porque el Hércules se acomodó a lo que marcaba el local, no hizo mención de luchar por la victoria y esperó a que el tiempo pasará y el pundonor zaragocista cediera.

 

  Y cedió, vaya si cedió, hasta su entrenador, que tardó un mundo en introducir los cambios. No se sabe si entraron nuevas ideas, pero con el cronómetro agotándose, el recién entrado Marco Pérez tuvo a sus pies la primera victoria de los blanquillos. Por dos veces pudo definir, por dos veces miró al cielo. La pena es que lo hizo después de haber fallado. Antes olvidó uno de esos preceptos no escritos, mirar antes de disparar. No lo hizo, y acabó el partido sin goles. Malo para el delantero, y eso que a Sinama Pongolle, el que le cedió la plaza en el césped, le faltó tiempo para consolarlo. Ni por esas el colombiano cambió, mientras el resto de sus compañeros saludaba a la grada, Marco Pérez ya enfilaba el pasillo de los vestuarios.

 

  Mucho por enmendar en el Zaragoza, tiempo tienen, voluntad, están en ello. La que le faltó al Hércules para sumar dos de dos en sus partidos fuera de casa. La que despidió a Labordeta en un miércoles sin sus cenizas, seguirá coreando sus palabras, la música todavía desafina. Los estudiantes en septiembre nunca entonan del todo.

 

JUEGO DE NIÑOS

JUEGO DE NIÑOS

Málaga. Construcción del estadio de La Rosaleda.

 

ZARAGOZA, 3-MÁLAGA, 5

 

 

La Romareda, Zaragoza. 12.09.2010

 

 

  A los niños pequeños el primer día de guardería los dejan poco más de una hora en clase y los mandan a casa. Al Zaragoza le metieron uno nada más pasar el minuto uno, cinco en media hora y sin salir de casa. Como la tarde iba de récords, a ello se apuntó un menor de edad. Juan Miguel Jiménez López, Juanmi para su camiseta, que a sus diecisiete veranos se ha convertido en el bigoleador más joven de la historia de la Liga.

 

  ¿Y el resto? Pues según como se mire. Los que quieran ser optimistas pueden pensar que si en el primer partido ven ocho goles y más de treinta disparos a puerta, lo de este año también irá de récord. Los que no puedan serlo, que su pesimismo olvide la veintena de veces que el Zaragoza enfiló la portería de Galatto. Y si uno no es ni optimista, ni pesimista, ni siquiera gallego, piense que el árbitro disfrutó, y los malacitanos se fueron con una cara tan feliz como sorprendida. Porque lo que tuvieron en la primera parte los de Ferreira fue un inmenso y plácido césped para campar por sus anchas. Uno de esos verdes bien cortados, con sol, con camisetas blancas estáticas como palos de slalom de esquí alpino, coronados por un tipo de más de metro noventa de naranja chillón que rotulaba su meta.

 

 

   Con ese batiburrillo el respetable tiró de fondo de armario de griterío previsible. Los que llevan mucho tiempo con botas de tacos en los pies entendieron lo anómalo de la tarde y se dedicaron a ir echando paladas de pases para ocultar las cifras del marcador. Los de Gay no cejaron en el empeño, y por medio de un Gabi sin fin lograron que al final, el partido no fuera al podio de las hemerotecas. Una goleada así en el inicio de curso, extraña, alerta, pero degollar tan joven sería acercarse demasiado a Herodes.

 

  No en vano, lo del patrocino del Zaragoza este año, tiene guasa. Una de las empresas más veteranas y grandes, Telefónica, se anuncia con algo tan cándido como la fundación Proniño. Todos los de blanco la llevaban en el pecho. Bueno, todos, todos, no. El portero Leo Franco fue más inocente, y ni siquiera la llevaba impresa. Quizá porque su camiseta era naranja, quizá porque no imaginaba que los niños nunca son estáticos. Por algo Juanmi le marcó dos, por algo su edad es la de Juanmi multiplicada por dos, por algo no habrá dos partidos así. Los niños siempre tienen salidas inesperadas.

 

 

LLEGARON PARA QUEDARSE / 18

LLEGARON PARA QUEDARSE / 18

 

 

 

“¿Qué haces para calmar un mar furioso?

Contengo mi cólera.”

 

Edgar Quinet

SIN RASMIA NI PLATA

SIN RASMIA NI PLATA

Coruña. Dársena del Parrote. Principios del siglo xx.

 

   

DEPORTIVO, O –ZARAGOZA, 0

 

 

 

 

 

Riazor, A Coruña. 29.08.10

 

 

 

    En el siglo xxi el llegar a los cien años de vida no es algo tan descabellado. Por eso cuando uno ve los cincuenta cerca puede creer que llega a la mitad de su camino. Con ese optimismo piensa que 49 años no son tantos para él, en cambio para el fútbol español, 49 pueden ser muchos y si en vez de años son días, demasiados.

 

   Arrancó la Liga española por primera vez con la vitola de tener más campeones del mundo que nadie. Pero 49 días después de llevarse el Mundial, a orillas del Atlántico poco de eso había. Bien es cierto que los días de arranque son más de quitarse el óxido, evitar ampollas y empezar a maldecir lo largos que se hacen noventa minutos seguidos de juego. También para el espectador, que ve como los desbordes son de pleno sufrimiento para los laterales, los balones desde el costado un filón para el portero calmado y los balones aéreos la tónica en el medio campo.

 

  Con estas premisas, Deportivo y Zaragoza plantearon un partido con esquemas clavados, con ambiciones similares —no perder en agosto es ahorrar— y con la esperanza de que las pájaras de principio de curso en la defensa rival les entreguen en bandeja los tres primeros puntos. Pero con el calor, no hay camareros eficientes ni fútbol rápido. Ni siquiera el descanso supuso un reciclaje amplio de ideas, bastó para ahondar un poco más en aquello de que ya que nos acercamos al área no estaría de más mirar dónde está el portero. Pero si Gabi y Ponzio tuvieron una tarde tranquila como medios tapón, Antonio Tomás y Juan Rodríguez no les fueron a la zaga.

 

   ¿Qué quiénes les llevaron la contraria? Alguien hubo, sí. Los que no sabían del todo de que iba esto, los novatos. Urreta en los deportivistas y Bertolo en los blanquillos. El uruguayo en la posición de volante diestro puso velocidad y criterio en los centros. Y eso que su zona la tuvo que compartir con el argentino Bertolo. El medio izquierdo zaragocista entendió que llegaba para trabajar y proponer. Por algo lo más intenso del encuentro fue entre el uruguayo y el argentino. Sin río de La Plata por en medio, con la playa de Riazor detrás de la portería, firmaron las tablas ante la parsimonia del resto.

 

   Esos que saben seguro que llegarán a los 49 agostos sin acabar de desfondarse, a lo mejor porque creen que eso de campeones del mundo se pega por proximidad. Caras sin rasmia en tarde de siesta, ni un río de plata los despierta en verano.

 

 

 

LA MAYOR PARTE DE LA GENTE SALE DEL AUTOBÚS CON MÁS GANAS

LA MAYOR PARTE DE LA GENTE SALE DEL AUTOBÚS CON MÁS GANAS

 

 

 

 

   La mayor parte de la gente sale del autobús con más ganas que con las que entra. El joven no tenía ganas de salir de casa, ni de subir al autobús y menos de tener que bajarse porque había llegado al final de línea por tercera vez. Hacía más de tres horas que tenía que haber entregado a la chica las pastas que llevaba en su regazo. Su pantalón de pana gastado en la pernera había recalentado el cartón del presente. Pero no tenía intención de bajarse del autobús, y menos en la parada que le correspondía.

 

   Al joven le asignaron el tercer batallón de infantería al comenzar el servicio militar. Ahí le correspondió, ahí empezó el odio por esa palabra. Por tercer domingo por la tarde consecutivo había comprado las pastas en la confitería junto a Correos. Entre mandarle una carta en forma de nota y llevarle unas pastas comprendió que habiendo sido de infantería no podía confiarlo todo a un sello. Así que aunque fuera por corresponder por última vez tenía que llevar las pastas.

 

  En el amor correspondido hay algo de odio escondido, le decía su sargento de infantería, y por corresponder a su sargento, el joven creyó que debía ser amable y corresponder a las miradas de ella.

 

   Amable y corresponder debía ser su proceder, se repetía de tres en tres veces sentado en el último asiento de la derecha del autobús. De tres en tres pasaban los segundos sin que se angustiara, como de tres en tres pasaban los días sin que la chica entendiera nada. Por eso cuando decidió ir al cuartel a verle, en el autobús no vio más que una caja de cartón gastada con solo tres pastas revenidas. No imaginó que le correspondían. 

 

 

  

LLEGARON PARA QUEDARSE / 17

LLEGARON PARA QUEDARSE / 17

 

“No puede hallarse poesía en ningún lado cuando no se lleva dentro”.

 

Joseph Joubert. Sobre arte y literatura.

CERO

CERO

 

    Me han dicho que parezco un cero. Un cero de esos que ruedan y ruedan por el callejón del diez cuando estoy en un campo de fútbol. Uno de esos a los que gritan en el tendido del siete cuando estoy en los toros. Uno de esos con los que te bautiza tu padre el día que piensa que su mujer parió a un inútil congelado, un estático.

 

 

 

  El cero absoluto es la temperatura teórica más baja posible. Según la mecánica clásica, cuando las partículas carecen de movimiento.

 

 

 

    En mi deambular por las calles de la ciudad a veces resuelvo mis dudas multiplicándolas. De esa manera la resolución de los problemas se aleja, y mi mente se aísla de la realidad y empieza a volar. Desde que me dijeron que parezco un cero, la sensación de que multiplicarme no añade nada, me hace restarme, me quita energía. Tanta que ya temo el día en que mi pareja me diga eso de que soy un cero a la izquierda. La antesala de que me den puerta. La antesala de mi casa tiene una puerta que se abre hacia la izquierda, tan sencilla que hasta mi perro lo sabe.

 

 

 

   El Cero es el especialista de los anuncios por palabras en Asturias y León. Una publicación de prensa con periodicidad semanal, donde los anuncios son gratuitos, salvo los de contactos, esoterismo, profesionales y los anuncios de perros (cachorros, adultos, camadas y montas).

 

 

 

   Decidí comprarme una casa con antesala porque mi padre nunca tuvo una. En esa antesala hay una pequeña placa metálica en la pared que me sirve de portería cuando juego al fútbol con la pelota de tenis que me regaló mi padre el día que dejé su casa. El suelo de la antesala es un mosaico de baldosines, y una franja de ellos es marrón. Trazan un círculo a un palmo de la pared como las líneas en el albero de las plazas de toros. Esa línea marrón le trae de cabeza a mi perro, es una frontera imaginaria que nunca se atreve a pasar.

 

 

 

  “La historia nunca se repite, en el mejor de los casos a veces rima”. El lema que preside  http://fronterazero.blogspot.com quiere ser un llamado a: “¿Qué hacer cuando las cosas no cambian? ¿Qué se hace cuando los que la pueden cambiar son los que están especialmente interesados en que no cambien?”.

 

 

 

     La tarde en que dejó de llover después de una semana sin tregua cogí a mi perro, le puse la correa y le hice atravesar la línea marrón de baldosines de mi antesala. Íbamos a salir de una vez, no podía seguir parado, tenía que salir de ahí y dejar de ver “El ángel exterminador” de Buñuel. Cuando mi perro, casi degollado, atravesó la línea marrón de baldosines, decidí bajar las escaleras de dos en dos.

 

 

 

  El sistema binario, es decir de dos números, en matemáticas e informática, es un sistema de numeración en el que los números se representan utilizando solamente las cifras cero y uno. Es el que se utiliza en los ordenadores, porque trabajan internamente con dos niveles de voltaje (encendido 1, apagado, o).

 

 

 

   Sol, correa, perro, acera seca, andar jovial. Los escaparates relucían esa tarde de asueto, de helados para los niños, cucuruchos de pistachos para los mayores y de horchatas para los ancianos. En esas me crucé con un traje negro inmaculado, una corbata negra impoluta y una camisa de lino negro sin arruga. Un hombre de mentón rasurado, cejas recortadas y mirada inquisitiva me detuvo.

 

   —Disculpe, ¿tiene algo que hacer en las próximas cincuenta y dos semanas?

 

   La cifra era par, alejada del cero, y la decía un blanco vestido de negro. El contraste se multiplicaba, parecía que estaba dudando pero respondió mi inconsciente con premura.

 

   —¿Me está hipotecando un año entero?

   —Le estoy dando la oportunidad de amortizar en cinco años lo ganado en el próximo año. Trabaja para mí uno, tiene para gastar cuatro.

   

 

 

 

  En marzo de 2008 en Chile, salió a la calle el número cuatro de la revista Cerouno. La revista de entretención digital habla de “Partituras de ayer y hoy” en sus páginas cuarenta y cuatro y cuarenta y cinco.

 

 

 

 

    La viola de gamba tiene siete cuerdas, dicen que es el instrumento que más se asemeja a la voz humana. Puede que no la haya tocado bien nunca, pero el hecho de acariciarla hizo que un perro tras otro se acercara a mí. Con mirada agradecida, con actitud sumisa, fueron alejándose de sus dueños para seguir a la viola de gamba. Después de dos piezas, la metí en su funda y eché a andar hacia el río, los perros siguieron fielmente a la funda estampada de anillos. Sin mirar a otras personas, o animales, o números, fueron formando una cola inimaginable tras mis zapatos del cero. Al llegar a la orilla un radiocassette antiguo sonaba a pesar de que parecía que tenía las pilas gastadas, abrí la funda y saqué la viola en plena ribera.

 

 

 

 

  Onda Cero Ribera, la radio de Tudela para los oyentes de todo el Ebro. Música con cuerda y sintonía, música para cuerdos y sobrios, música para uno y para dos,  música para perros y dueños, música desde el cero hasta el cero.

 

 

 

 

   Comencé a tocar y en pequeños e inconscientes pasos los perros fueron entrando en el río. Uno tras otro, antes de que acabara mi diestra el movimiento del arco sobre las siete cuerdas por septuagésimo séptima vez, desaparecieron en el fondo. El hombre blanco de camisa negra, corbata negra y traje negro me tendió un sobre negro. No quedaba ningún perro, también la cifra del sobre acababa en cero.

 

 

 

 

 

                  

UN DÍA COMO OTRO NO CUALQUIERA

UN DÍA COMO OTRO NO CUALQUIERA

 

 

"Lo que el yo no puede asumir como proyecto, se le impone como destino".

Jung.

LLEGARON PARA QUEDARSE / 16

LLEGARON PARA QUEDARSE / 16

 

“Es cierto. No existen palabras nuevas. Nuestra labor consiste en infundir nuevos significados y matices especiales a palabras del todo corrientes. Esa idea me resulta tranquilizadora. Significa que todavía nos aguardan grandes extensiones desconocidas, territorios fértiles que esperan que los cultivemos".

Haruki Murakami