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PIERO

SIN RASMIA NI PLATA

SIN RASMIA NI PLATA

Coruña. Dársena del Parrote. Principios del siglo xx.

 

   

DEPORTIVO, O –ZARAGOZA, 0

 

 

 

 

 

Riazor, A Coruña. 29.08.10

 

 

 

    En el siglo xxi el llegar a los cien años de vida no es algo tan descabellado. Por eso cuando uno ve los cincuenta cerca puede creer que llega a la mitad de su camino. Con ese optimismo piensa que 49 años no son tantos para él, en cambio para el fútbol español, 49 pueden ser muchos y si en vez de años son días, demasiados.

 

   Arrancó la Liga española por primera vez con la vitola de tener más campeones del mundo que nadie. Pero 49 días después de llevarse el Mundial, a orillas del Atlántico poco de eso había. Bien es cierto que los días de arranque son más de quitarse el óxido, evitar ampollas y empezar a maldecir lo largos que se hacen noventa minutos seguidos de juego. También para el espectador, que ve como los desbordes son de pleno sufrimiento para los laterales, los balones desde el costado un filón para el portero calmado y los balones aéreos la tónica en el medio campo.

 

  Con estas premisas, Deportivo y Zaragoza plantearon un partido con esquemas clavados, con ambiciones similares —no perder en agosto es ahorrar— y con la esperanza de que las pájaras de principio de curso en la defensa rival les entreguen en bandeja los tres primeros puntos. Pero con el calor, no hay camareros eficientes ni fútbol rápido. Ni siquiera el descanso supuso un reciclaje amplio de ideas, bastó para ahondar un poco más en aquello de que ya que nos acercamos al área no estaría de más mirar dónde está el portero. Pero si Gabi y Ponzio tuvieron una tarde tranquila como medios tapón, Antonio Tomás y Juan Rodríguez no les fueron a la zaga.

 

   ¿Qué quiénes les llevaron la contraria? Alguien hubo, sí. Los que no sabían del todo de que iba esto, los novatos. Urreta en los deportivistas y Bertolo en los blanquillos. El uruguayo en la posición de volante diestro puso velocidad y criterio en los centros. Y eso que su zona la tuvo que compartir con el argentino Bertolo. El medio izquierdo zaragocista entendió que llegaba para trabajar y proponer. Por algo lo más intenso del encuentro fue entre el uruguayo y el argentino. Sin río de La Plata por en medio, con la playa de Riazor detrás de la portería, firmaron las tablas ante la parsimonia del resto.

 

   Esos que saben seguro que llegarán a los 49 agostos sin acabar de desfondarse, a lo mejor porque creen que eso de campeones del mundo se pega por proximidad. Caras sin rasmia en tarde de siesta, ni un río de plata los despierta en verano.

 

 

 

2 comentarios

mirada -

Un final redondo...

MAPI -

YA VEO COMO EMPEZAMOS, PRESIONANDO
UN BESAZO