Blogia
PIERO

LA TERCERA MANO

LA TERCERA MANO

 

 

 

 

  Marin Marais salió de su casa, en la calle Bertin Poirée, con paso descontrolado, mirar tramposo y hocico vibrante. La llamada de Palacio Real no admitía esperas. Llegó ante su majestad y tras los protocolos inapreciados por el ya sudoroso Marais, le indicaron con la vista la viola de gamba que reposaba junto a la chimenea. Tras diez minutos frenéticos se hizo el silencio. El joven, exhausto, espero algún sonido, ya no un aplauso. Veinte segundos después, un simple: " ya le avisaremos".

 

  Monsieur Garnier no tuvo que trotar ni sudar. Vivía cerca del Palacio Real  . Ya superada la cuarentena, no quería que una sanitaria le cogiera fuera de París el día que fuese reclamado. Atendiendo a lo recargado de palacio, olvidó postrarse ante el monarca. Éste, por no mostrar palabra, prefirió señalarle con la mirada la viola de gamba. Ni el encontrarse tan cerca de casa, ni el tiento que da ser padre en cuatro ocasiones, evitaron que al cesar de vibrar las cuerdas de la viola comenzaran a hacerlo sus aletillas nasales. Escuchó por primera vez en su vida el ya reiterado en palacio: "ya le avisaremos".

 

   Monsieur de Sainte Colombe con paso calmo, mirada cálida y olfato sereno, caminó por el familiar empedrado callejero con mimo para no alterar su madera. Llegó con aliento plácido, y ya todo fue despacio.  Sacó de la funda su viola de gamba. La acarició como había hecho los treinta años anteriores, y con el primer rasgado en palacio, no se escuchó ni  tos, ni estornudo de torpe, ni grito de infante consentido. Cuando ya nadie recordaba que estaban en una prueba para el puesto de músico de cámara real, descansó la cuerda, y el silencio confirmó a los presentes que lo que acababan de escuchar no era un sueño.

 

   Con la inclusión de la séptima cuerda, la viola aumentó su extensión una cuarta.  Así imita todas las cualidades más bellas de la voz, que es el único modelo para todos los instrumentos.  Al hombre que había dado semejante paso musical no se le conocía casa. En la guía de direcciones de la ciudad de París de 1692 se anunciaba a los maestros de viola. Junto al nombre de Sainte Colombe un blanco tipográfico confirma que era un desconocido para el registro civil. Aún hoy, sigue ignorado.

piero © todos los derechos reservados

  

  Este texto fue acogido en las páginas del domingo del Diario del Alto Aragón de fecha 20 de septiembre de 2009. La versión en pdf en el siguiente enlace.

http://www.diariodelaltoaragon.es/Fotos/20090920124306029.pdf

 

 

5 comentarios

MAPI -

QUIERO SABER MAS DE LA CUARTO MANO
BESOS
CONGRATULATIONS,kISSES

Edu -

La voz es el único modelo para todos los instrumentos; la inteligencia de un buen narrador el sustento irremplazable del curioso; su distinguida agudeza un milagro.
Palabra, juicio y talento para honrar al ignorado.

mirada -

Me alegro mucho, felicitaciones.

bo -

¡Ah!, se me olvidaba, muy sugerente la foto y el título.

bo -

Me gusta la cuarta mano, la tuya, la que nos escribe. Me encanta la sonoridad de Marin Marais, Bertin Poirée y el señor de Santa Paloma. Enhorabuena por la publicación en el "Diario del Alto Aragón". Seguro que el señor de la Santa Paloma actuó de cartero y llevó con su paloma mensajera hasta allí el texto. Lo disfrutarán, seguro, como nosotros.