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PIERO

¿SOBREDOSIS?

¿SOBREDOSIS?

La foto es de Minno. http://www.fotocommunity.es/pc/account/myprofile/1096568

 

 

 

 

  Morí de sobredosis. Ni siquiera lo esperaba. El exceso de información bloqueó mi capacidad de asimilar. No podía digerir ni un detalle más. El bazo era el mío, las orejas también. Pero, ¿mi alma?

 

  Quien enfila por una calle cuesta abajo se suele perder si va sin freno. En esas estaba. Elucubrando sobre los posibles atajos para no llegar con tanto retraso al especialista. Magnífica palabra. Al repetirla en voz alta, uno se relaja. ¿Cómo estás Matías? Un poco tocado, la verdad. Pero ahora voy al especialista. Ah, bueno. Entonces estás en buenas manos. Eso quería yo, buenas manos.

 

  El mosqueo al entrar en una consulta y no saber cómo se va a salir tiene un efecto laxante maravilloso. El gasto en papel higiénico debe de ser desbordante. En esas disquisiciones estaba cuando me llamaron al despacho del especialista. La especialista, en este caso. Caminando por el pasillo, me iba diciendo a mí mismo. Ni se te ocurra decirle, Buenas tardes, especialista. Tu risa nunca estaría a la altura de su mosqueo. Y una especialista mosqueada, se muere de sabionditis. Ves, eso sí que se lo podría preguntar. ¿Qué porcentaje de especialistas mueren de sabionditis?

 

  Allí estaba mi mente, refugiándose en sus tonterías para expulsar a sus nervios. ¿O acaso las mentes no tienen nervios? Sí, claro, los dendríticos. En eso era especialista, perdón por la insistencia.

 

 --¿Cómo se encuentra?-me dijo la...ustedes ya saben.

 --En manos de la especialista. Y necesito que sean buenas-le respondí sin reflexionar, como no haría un especialista.

--¿Qué tal el bazo?

--Hace tiempo que no sé nada de él. Si no habla, señal de que sigue bien. Como mi suegra.

--¿Y de acidez?

 

Me había pillado, claro, era especialista.

 

--No me quejo.

--¿Y de orejas?

--Aún menos, mire.

--No querría preocuparle demasiado. Pero, ¿y de alma?

 

Ahora supe que era una auténtica especialista.

 

--De eso hay días que subsisto, pero otros siento que es un fardo. Un fardo de paja que cuando lloro se vuelve muy pesado. Como el saco de patatas.

--No quiero ser alarmista, sólo soy especialista.

 

Sabía que lo diría, tenía mirada de petulante.

 

--Diga, diga. Para eso he venido.

--No le convienen mucho las emociones. Cuando registramos un exceso de emotividad, nuestra alma adquiere sobrepeso. Como nuestro cuerpo.

--¿Me está tomando el pelo?

--Ni por asomo. En condiciones normales, pesa 21 gramos. En momentos de gran intensidad, por ejemplo hace cinco minutos, cuando estaba en el baño.

 

No, si va a hacer honor a su nombre...

 

--¿Cómo sabe que estaba ahí?

--Me lo dijo el enfermero. No se distraiga. Si su alma sobrepasa los 30 gramos, moriría, no hay cuerpo que pueda asimilarlo.

--No lo dirá en serio.

--No le digo más. Soy especialista.

 

Me levanté rebotado, sin pagarle, ni despedirme, ni...

 

Caminé por la acera buscando un compás que relajara mi pulso. Y encontré un papel con una historia. La historia del último párrafo.

 

 -- Sobredosis-le dijo a mi mujer el forense.

 

 

piero © todos los derechos reservados

  

6 comentarios

Bonnie -

Como no podia ser de otra forma es de esas historias que empiezas y debes terminar...y la verdad es que hay veces que pesa tanto (el alma)que la dejarias por ahi aparcada. Me encanta tus toques de humor (siempre tan acertados y bien encajados). En fin, como siempre. Genial...

Edu -

Simétrico y contundente, también me divierte y me conmueve este cuento del alma que pesaba demasiado...

MAPI -

EL TERMINO AYER MORI SIEMPRE ME PARECIDO GENIAL, TU RELATO ES RAPIDO FRESCO LIGERO CON INTRIGA

INTRODUCES DIALOGOS QUE SE TE DA DE MARAVILLA.

LO DE ESPECIALISTA LOS HAS CLAVADO, PIERO AL FINAL DE ESTO PONDRE UN CLUB DE FANS DE PIERO (QUE TENDRAS MILES )

ES UN PLACER LEERTE

BESAZOS

Paloma -

Buenísimo, no puedes dejar de leer, y emociona :)
Besos

bo -

Yo también tengo sobresodis de leerte, Piero, me ha encantado. Inteligente, ameno, rápido y divertido. Thanks.

mirada -

A mi me parece un relato excelente. :-)
Vaya...
Bien, muy bien. (sin palabras)...