TURBANTE
La primera vez que oí la palabra turbante, no tenía ninguno en la cabeza, por no tenerlo, ni tengo ahora en la memoria el día que lo oí por primera vez. ¿Cómo sabemos cuando entra en nuestro registro civil mental las palabras? Ni idea, pero seguro que en nuestra oficina de nuestro registro civil mental particular, el mostrador no es de negro mármol, a lo mejor es de blanco satén, como turbante. Uno de esos que no se sabe como se forman, puede venir de una sábana, de un mantel sin acabar de plegar porque había que ir al registro civil antes de que cerrara. Sí, parece que no, pero nuestro registro civil mental también cierra, puede que la sección del inconsciente permanezca abierta siempre, pero la oficial, la que te da número de registro y esas cosas, cierra antes de que quites el gas y apagues la luz al acostarte.
No sé porque nunca he visto a nadie dormir con turbante, imagino que porque nunca he ido sentado en un avión subterráneo con un turbante a mi vera. La verdad es que los aviones que vuelan bajo pocas alas deben dar a los turbantes. Pero imagino que no estáis viendo un turbante rosa champán; no, no os mintáis, es imposible, salvo que seáis un número de esposa de saudí aburrido, no habéis visto el rosa champán en vuestra cabeza ni se os ha pasado un avión en vuelo rasante por vuestra tela de cabecera.
O igual es que turbante, rima con elegante, o con rimbombante, o es que como el sufijo pasa, el prefijo turba, y en los domingos de sol de mayo si no te clavan una comunión sin turbante, no te has de preocupar por nada, así que dale que te dale, que mañana si alguien escucha esto, mejor que no lo lea una vista turbada.
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mapi -
MAPI -
registradora -
rosa (champán) -
hindú -