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PIERO

ALBOROZO

ALBOROZO

  

   Que siga, que continúe esta ristra de sonrisas desencajadas, estos pulsos inesperadamente flácidos. Benditas sean las risas flojas, también las tontas, que son hijas del alcohol, primas hermanas de la estupidez con que el hombre se pavoneaba en los bares. Corra el alcohol, la jarana, el esperpento. Viva Valle-Inclán. Cómo mola mentarlo. Seguro que ahora me invitan a otra ronda. Que sea de pacharán. Es lo que beben los hombres divertidos, los que siempre tienen una frase graciosa para el nuevo. Los que siempre saben reírse de lo patosos que son con sus cosas porque nadie sabe lo que se cuece en sus casas. Pero hoy eso no toca, hoy hay alegría asegurada, lo dijo el del tiempo. Y al del tiempo no se le lleva la contraria o tu justificación para no tener televisión te llevará al cadalso. Pero si ya no hay cadalsos. Eso, eso, hazte el sabiondo. Y si les da por hacerlo reaparecer. Buenos son una cuadrilla de borrachos sin nada más que hacer. La fuerza del conjunto, del grito ingenioso, del tópico conservado en formol; sí, otro alcohol. Olvida tus saberes, bebe y adquiere la sabiduría popular, la del libre alborozo. La del genial esbozo de que el que ríe, vive dos veces. Ya pensará otro. Y si sobra otra copa se la das a cualquiera que se llame Valle-Inclán. Y dile que ya no queda absenta, se la acabaron en la última guerra los carcamales de la tristeza. Fueron cayendo uno a uno, como Unamuno. Viva el alcohol, mi capitán. Viva su tía, por no mentar a su sobrina.

piero © todos los derechos reservados

 

4 comentarios

mirada -

Palabras divinas, Piero, es genial.

mapi -

valle inclan unamuno ,,,,,,,,
bonito ajjajj alcohol
besos I will see you kiss

bo -

Esfo,,qué Viva Valle e incluso Inclán! Magustao musho, uf¡ vaya creo que mepasao, vaya juerga que llevo.

Edu -

No dudes. Entra. Pinta en tu cerebro su sonrisa hueca, congela tu rostro en una mueca histriónica, farfulla idioteces, sírvete del lujo actual de sus bandejas de plastico y cuando se acabe el vodka, la absenta o el pacharán y sólo quede el formol de sus miserias, cuando tus ojos revelen el color de la tristeza, busca el tierno aroma de la noche tibia. Tu soledad.